Soy dueño de tantas lágrimas ajenas,
que se amontonan en mi alma y me resulta un lastre
un peso insoportable que no me permite desviar la mirada:
tengo que ver el dolor.
martes, julio 29, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Apreciando la vida con un punto de vista nublado, zumbidos en las orejas, ganas excesivas de hablar y reír, y un enorme sentimiento de seguridad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario