miércoles, julio 15, 2009

A!

En realidad no sé por qué lo intento.

Ningún artificio puede explicar este grito agónico, este sentimiento extraño que se entiende mejor con algunas canciones de fondo que con otras y que me domina.

Entre miedos idiotas y concretos y miedos certeros y etéreos estoy perdido.
La tristeza me embriaga más allá de lo que nunca lo ha hecho, quizás porque ahora la vivo.

Quiero empezar de nuevo, quiero dar sentido a las cosas.
Quiero reorganizar desde mi cuarto hasta mi computador, mis ideas y mis metas. Quiero andar. Quiero vivir.

Quiero tener los pies sobre la tierra, saber con qué cuento y con qué no.

Quiero desatarlo todo y volver a atar, uno por uno, todo nudo que me ata. Porque estoy atado, de mil maneras inconcebibles a mil cosas igualmente insoñables, inefables.

Qué agonía es el inicio... tomar cada cosa y tirarla en un rincón para luego reorganizarla... no puedo animarme a hacerlo.

Quiero revisar mis pasos, desandar algo si es necesario, y echar adelante de nuevo.

Qué pesado es estar solo
pero peor es estar sólo y atado, como hoy.

Y tener que explicar, justificar, deliberar.

No creo poder explicarlo. No creo poder ser entendido, porque no creo poder expresarlo...

Creo que mi soledad, al fin y al cabo, es incurable, a menos que ate otro lazo...

Ningún artificio puede explicar este grito agónico, este sentimiento extraño que se entiende mejor con algunas canciones de fondo que con otras y que me domina.

...En realidad, no sé por qué lo intento