Resaca.

Y una vez pasada la sobria y soberbia borrachera
no queda más que las sombras
el dolor
el miedo
el saber... que no importa,
no está, ni estará nunca
a lo mejor si está, pero no quiero que esté
el alma, la vida, la sístole, la diástole
los juguetes nuevos
la vida

todo y nada, es una sombra,
el eco de un cuerno tocado hace milenios
o quizás ni eso.


Por qué tiene la melancolía que visitarme?
por qué quiero tirarlo todo por la ventana?
por qué nada es suficiente, y todo es demasiado?

Sólo quiero ir a la cama, sabiendo que me toca sufrir la muerte mientras vivo.
No, no creerán que a mi paladar no ha llegado el vino,
¡Qué alivio sería!


¿Para qué vive el hombre?

Quisiera querer renunciar a todo, para poder tener sentido.
o al menos buscarlo.
pero ni queriendo quererlo quiero,
porque me asustan las privaciones que he hecho posibles
más aún que las que, por ser yo, tengo.