Tu hipocresía
tu creer saberlo todo
tu vocecita chillona
tú, entera,
tan rosada, rojo vino, gris,
pero eso sí, con capricho
con despiste
con querer arreglarlo todo y en realidad sabotearlo
Ah!
No te acerques a mí,
falsa rosa
cardo indeleble
martirio esclavizante
Qué me detuvo a la hora de matarte?
No lo sé.
Al menos, ya no estás cerca.
domingo, abril 19, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario