jueves, octubre 30, 2014

Q

tu juventud se me hace eterna y melancólica
me da ganas de capturarla, enfrascarla, preservarla
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hay un peso en conocer la libertad y el tiempo
la pérdida inminente e inefable
el plato de la edad que hemos de comer.
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temo mucho ver el otoño en tus ojos
y un ocaso en tus mejillas,
o peor aun un frío en tu pecho.
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la caída de las hojas del proverbial árbol de tu vida
señalarían sin duda un tropiezo
un desequilibrio
el inicio de los finales.

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